La cantante Rosalía se despojó de su fama y privilegios, para ponerse en la ropa de una mesera y trabajar como un día en un café – restaurant de Madrid, todo como parte de una broma para el programa El Hormiguero.
Entre cantos y estrofas de sus canciones buscaba sacarle una sonrisa a los comensales ante los errores que cometía en medio de su novatada.
«Yo no valgo para esto”, admitió la artista, reconociendo la dificultad que reviste el trabajo de mesera.
Rosalía asumió el nombre de Cristina para darle vida a su personaje de mesera, pero no tardó en ser reconocida por los presentes que en el negocio, a propósito de las evidentes pistas que la iban dejando en evidencia.
Redacción web