Los vinos azules, el último grito de la industria vitivinícola española

Hace cinco años, cuando estudiaban en la universidad en el País Vasco, cinco jóvenes españoles decidieron que querían revolucionar algún sector y optaron por uno de los más tradicionales: el vinícola.

Imanol, Íñigo, Gorka, Aritz y Taig se lanzaron a crear un vino de color azul, una de las últimas innovaciones en una industria poco dada a las extravagancias.

El cofundador de la compañía vinícola Gik Aritz López sostiene unac opa de vino azul en Maluenda, localiad aragonesa donde están los viñedos. (Foto AFP/Archivos / Gabriel Bouys)

Después de dos años de trabajos de investigación y desarrollo en la Universidad del País Vasco, con ayuda de ingenieros químicos y de un centro exterior dedicado a innovación alimentaria, lanzaron su empresa Gik Live en 2015.

Vendieron 30.000 botellas en su primer año de actividad, y cerca de medio millón en 2017. Ahora exportan a 21 países, con Estados Unidos como primer

El color azul eléctrico se elabora en varias bodegas españolas, siguiendo el proceso tradicional, desde la fermentación de la uva hasta el embotellado. El proceso combina «naturaleza y tecnología», según puntualizan.

La fórmula comienza mezclando una gran cantidad de vino blanco con una proporción menor de vino tinto, junto con una pizca de mosto. El color azul se obtiene gracias a dos pigmentos: antocianinas, un componente que se encuentra en la piel de las uvas rojas, e indigotina.

Es todo lo que cuenta Gik Live, que por lo demás no quiere revelar su «secreto industrial». AFP

 

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