Los conductores que van por la carrera 22 deben tener mucho cuidado en el cruce con el Pasaje Acueducto. Esta señora tronera se extendió a sus anchas por la vía y, quien pasa apurado o descuidado, ha caído sin remedio dejando desperfectos en cauchos, trenes delanteros y afines. ¡Que lo arreglen!, ¡que reparen eso ya!, gritaban los choferes este viernes en la mañana cuando advertían las gráficas. Y es que los huecos -pequeños, grandes, seguidos como cuentas de rosario, y de variadas formas- siguen haciendo parte de la cotidianidad del sancristobalense.
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